Ubicado en una tranquila calle de la colonia Roma Norte, Barolo se ha convertido en uno de los restaurantes favoritos para quienes buscan una experiencia culinaria italiana con esencia mediterránea. Desde su apertura en agosto de 2022, este rincón gastronómico ofrece un menú que equilibra técnica, memoria y pasión por los ingredientes auténticos.
Un proyecto nacido en tiempos inciertos
Durante los días de encierro provocados por la pandemia, Federico Treviño decidió cambiar el rumbo de su vida profesional. Dejó atrás una carrera en el sector bancario y se enfocó en su amor por la cocina italiana. Así nació Barolo, inspirado en el vino de la región de Piamonte. El nombre rinde homenaje al prestigioso Barolo DOCG, conocido como “el rey de los vinos”. El espacio transmite calidez: techos bajos, acabados en madera y una barra donde se elabora diariamente pasta fresca a la vista de todos.

Tradición, técnica y creatividad en cada plato
El chef Rafael Prado encabeza la cocina. Con experiencia en técnicas mediterráneas, imprime un estilo que combina sabores de Italia, Francia y España. Barolo destaca por su capacidad de innovar sin perder el respeto por la tradición. Hay algunos nuevos platillos en el menú como la nueva versión del pulpo, ahora acompañado de puré de camote, aceite de salvia y kale deshidratado, una combinación más ligera y con matices mediterráneos.
Esta actualización también permitió la incorporación de ingredientes como salvia, camote, yogur griego y hueva de lumpa, elementos que aportan frescura y complejidad a los platillos. Entre las nuevas propuestas destacan el mil hojas de papa con jocoque, mantequilla noisette y caviar de lumpa, una combinación de texturas crujientes y cremosas con notas lácteas y salinas.

También está el elote baby con salsa de queso taleggio y polvo de insectos, que equilibra lo terroso del maíz con la untuosidad del queso y un sutil toque de umami. Tampoco puedes perderte el agnolotti del plin con ragú de short rib, mantequilla avellanada y parmigiano 24 meses, una reinterpretación de la cocina del Piamonte donde la suavidad de la carne se fusiona con la intensidad del queso madurado.
Por último no dejes de probar el risotto de jaiba con alioli negro y limón amarillo, que aporta una explosión de sabores marinos con notas cítricas y una profundidad única gracias al alioli de tinta de calamar.
La pasta como protagonista
Elaborada a mano frente a los comensales, la pasta es el corazón del menú. La cappelletti rellena de lengua, bañada en demi-glace de trufa y cocinada por 24 horas, representa la esencia del lugar. Otras opciones incluyen garganelli con hongos y nuez de la India, agnolotti con short rib y tortellini in brodo con faisán. Cada variedad resalta por su textura firme y su capacidad de absorber salsas llenas de sabor.

Una carta de vinos que cuenta historias
Más del 90% de las etiquetas son italianas. Cada vino complementa los platillos con precisión. Uno de los favoritos es el Valpolicella Superiore 2019, con aromas de ciruela y grosella. Para días calurosos, el pulpo en salsa arrabiata con papas y alcaparrones armoniza con el Cascina Nuova 2017 de Barolo. En Barolo, hasta el vino tiene su propia copa y narrativa.
Los postres también han recibido una renovación. Se suman opciones como la panacota de tomillo limón con melocotón al vino tinto, que fusiona notas herbales y frutales en una textura sedosa. El melocotón es infusionado con licor y vino tinto, realzando su dulzura natural con un ligero toque especiado que complementa la suavidad de la panacota.
Una experiencia que va más allá del paladar
Barolo no solo ofrece una cocina destacada. Su ambiente íntimo y su enfoque en los detalles lo convierten en un lugar ideal para una cita especial. Ya sea en una primera salida romántica o una cena entre amigos, aquí se celebra la cocina como un acto de memoria y creatividad.
¿Dónde? Cerrada de Orizaba 203, Roma Norte, Ciudad de México.
